Enseñar a comunicar

Mi última lectura ha sido el manual de Lourdes Bazarra y Olga Casanova “Competencia Lingüística. Un modelo de aprendizaje de la Lengua”. He decido realizar un mapa conceptual con lo que me gustaría quedarme del libro, de forma que siempre que quiera pueda acudir a él y tener disponible todo lo relacionado con la competencia lingüística que creo que puedo necesitar. Espero que si alguien lo consulta le sea útil.

La lectura de este libro nos introduce en el tema de las COMPETENCIAS, haciendo una breve descripción de cada una de ellas. Tengo que reconocer que al ser maestra de educación infantil no conocía en profundidad las competencias y esta primera toma de contacto con ellas que encontramos en el primer capítulo me ha venido muy bien. Las había tratado en las oposiciones, a través de la nueva prueba que se incluía este año sobre el Decreto 22, pero tengo que reconocer que ahora estoy mucho más familiarizada con ellas tras la lectura del manual.

En lo que respecta a la Competencia Lingüística, debo decir que no sabía que tenía esa subdivisión: competencia lectora, para hablar y escuchar, en composición de textos y plurilingüe y pluricultural. Pérez Esteve y Zayas incluyen esta última competencia y estoy muy de acuerdo con esa inclusión. No sólo hay que tener en cuenta las grandes posibilidades que existen en la sociedad actual de que vengan alumnos de otros países que no conozcan el castellano o lo conozcan muy poco; sino que en nuestro propio país hay un plurilingüismo maravilloso que no se tiene en cuenta y que en muchas ocasiones está mal visto e incluso se rechaza, normalmente por comunidades monolingües. Yo SÍ estoy de acuerdo con Pérez Esteve y Zayas y agradezco su ampliación de la subdivisión de la competencia lingüística porque me parece muy necesaria.

Muy ligado al manual de “Metodología y habilidades docentes”, aparece en este libro también una serie de habilidades y competencias que creen que deben encontrarse en un profesor, pero en este caso relacionadas con la competencia lingüística. No hay que confundir con que estén relacionadas con el profesor de lengua, porque son habilidades que todo profesor debe desarrollar ya que todos los profesores tienen que ver con la lengua y con la competencia lingüística. Me quedo, sobre todo, con las características del perfil lingüístico y profesional que incluyo en el mapa conceptual, como las más “básicas” y necesarias de todas las que aparecen, bajo mi punto de vista.

Relacionado con esto, y lo que decía sobre que no sólo los profesores de lengua tienen que estar informados y capacitados en torno a la competencia lingüística, estoy de acuerdo con el apartado del libro que nos dice que deben contribuir los equipos educativos al establecimiento de objetivos, estrategias y evaluaciones en base a esta competencia que nos ocupa, para favorecer su desarrollo. Y en la misma línea se encontrarían los Departamentos o Seminarios de Lengua.

Este cambio de forma de entender la Lengua y la Literatura y su didáctica, necesita de un cambio metodológico a su vez, que logre que los aprendizajes sean significativos y que la lengua se use y se entienda como una herramienta.

Por último, el libro nos propone un proyecto de aprendizaje lingüístico en el que tienen que verse involucrados tanto padres, como profesores y alumnos. El alumno deberá conocer lo que debe saber, lo que debe saber hacer y saber si lo ha hecho bien o no. Los padres deberán colaborar con ese aprendizaje y los profesores deberán ayudar a ambos a conseguir los objetivos establecidos, tanto lingüísticos como competenciales.

Y es que, enseñar lengua y literatura ha cambiado en gran medida. Ya no se trata de enseñar contenidos sin más, si no que debemos enseñar a comunicar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario